Cansado del asedio de la prensa y con la esperanza de que nadie se enterara de sus pasos, Luis Miguel viajó a Acapulco para pasar los últimos días de 2009 y los primeros de 2010. Pero la sorpresa fue que esta vez el cantante mexicano no fue con su amigo y mánager, Alejandro Asensi, de quien se asegura ya no trabaja para el cantante.
El artista alquiló una exclusiva suite en un nuevo hotel del popular puerto en el que no se dejó captar ni un momento por los medios. Sin embargo la ausencia de Asensi confirmó las sospechas de que la relación entre ambos terminó, según lo dio a conocer el programa de televisión mexicano NXclusiva.
La razón, según el citado programa de entretenimiento, fue que Luismi se enteró que su mánager todavía sostiene una relación con su presunta hija Michelle Salas e incluso descubrió que viajaron juntos a España a espaldas suyas tras mirar los sellos de inmigración en los pasaportes de ambos.
Aunque el intérprete de 39 años no ha querido hacer ninguna declaración al respecto, como es su estilo,NXclusiva aseguró que en vez de un nuevo mánager, por ahora prefiere contratar los servicios de una agencia de prensa y muy posiblemente será de Estados Unidos o España.
Según publica People en español, Asensi se convirtió en el mánager de Luis Miguel hace doce años, pero a pesar de haber vivido una amistad que parecía interminable, los problemas entre ambos comenzaron en el 2008 cuando se rumoró que su amigo sostenía un romance con la presunta hija que se rumora procreó con Stephanie Salas.
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