Embarazada pierde su bebé, siete muertos y decenas de heridos tras balacera en Toa Baja




domingo, 18 de octubre de 2009
Actualizado hace 8 horas (05:22 p.m. ) 
Sara M. Justicia Doll / Primera Hora


Seis hombres, una mujer y el bebé de una mujer embarazada resultaron asesinados durante una matanza ocurrida al filo de la medianoche en el negocio La Tómbola de la calle Progreso, en el barrio Sabana Seca de Toa Baja.


Otras 20 personas, incluyendo una niña de nueve años, resultaron heridas y fueron trasladadas al Centro Médico de Río Piedras, confirmó el secretario de Salud, Lorenzo González.
Uno de los occisos fue identificado como Pedro Semprit Sánchez, de 25 años, quien era hermano del dueño de La Tómbola, Wilfredo Semprit. Este, mejor conocido como Rufo, resultó herido de bala.


Todavía no se han identificado los demás occisos.

Mientras, Roselyn Rosado Miranda, de 31 años, vecina de Vega Baja, y Tina Marie Rodríguez, de 22, vecina de Orocovis, resultaron heridas de bala.
Los demás heridos, todos vecinos de Toa Baja, son: Carmen Semprit Santana, de 36; José Carmona Santos; Miriam Figueroa Robles, de 49 años; María Matías Rosado; de 54; Carmen García Santiago, de 26; Oscar Gómez Miranda, de 28; Josué Oquendo Semprit, de 26; Melisa Fonseca Matías, de 25; Erick Delgado García, de 23; Aladino Amezquita Semprit, de 35; Omari Fonseca Matías, de nueve años; (hija del dueño de La Tómbola y Amarilis Fonseca Matías); Juan Ramos Vázquez, de 39; Ángel Ríos Santos, de 28; José Amezquita Semprit, de 30; Caleb Castro Rentas, de 22; Amarilis Fonseca Matías, de 30; esposa de Wilfredo Semprit (dentro de su auto se ocupó un peine con balas); Félix Rivera Rivera.
Los cadáveres comenzaron a ser removidos a la 1:30 de la tarde.


Dentro del local había tres cuerpos, incluido el de una fémina, mientras afuera había otros tres. Se presume que la mujer asesinada era la que cantaba como parte del entretenimiento del local. El séptimo occiso estaba en el Centro de Diagnóstico y Tratamiento de Toa Baja y el octavo es el infante de una mujer embarazada que recibió un disparo en la espalda.
Dos matones
A eso de las 11:50 a.m., el coronel José A. Morales Vázquez, director regional de Bayamón, había informado que se presume que fueron dos personas armadas las que llegaron a la inauguración del negocio La Tómbola en momentos en que se tocaba música en vivo y abrieron fuego a mansalva.
Aunque la Policía no ha ofrecido aún una versión oficial del móvil de los asesinatos, no se descarta que esta matanza tenga que ver con el vacío que en el bajo mundo dejó Ángel Vázquez Ayala "Angelo Millones" tras su arresto por parte de las autoridades.
Según la Uniformada, esta zona es patrullada en conjunto por la Policía estatal y municipal. Se cree que los matones aprovecharon una de esas rondas de vigilancia para entrar al negocio y abrir fuego a mansalva.
La calle Progreso se caracteriza por tener pocos accesos. Las vías que conducen a ella son bastante estrechas, por lo que se presume que una encerrona para matar al acecho fue la estrategia utilizada anoche.
Angustia familiar
Familiares de los difuntos se mantenían esta mañana al extremo opuesto de la calle Progreso a la espera de que el personal del Instituto de Ciencias Forenses le confirmara sus terribles sospechas de que alguno de sus seres queridos haya resultado muerto en esta masacre.
Dos mujeres que lucían ser madres de dos de los occisos permanecían angustiadas, sentadas y rodeadas de familiares en espera de la peor noticia.
Escena extensa
La escena se extendía a lo largo de 500 pies de la calle Progreso, dijo la Policía. En ella se recuperaron calibres múltiples, como de AR-15, 9 milímetros, .40, .45 y AK-47.
Nueve vehículos fueron removidos por grúas del municipio de Bayamón y de la Policía.
En una Toyota Tundra gris fue ocupado un peine con 30 casquillos de bala y dinero en efectivo. Había otros carros a orillas de la calle Progreso.
Los fiscales a cargo de la pesquisa son Wanda Vázquez, Alfredo Carrión y Phoebe Isales. También hubo personal de agencias federales.
El superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, y el alcalde de Toa Baja, Aníbal Vega Borges, hicieron un llamado para que la gente colabore en el esclarecimiento de este crimen. Figueroa Sancha aseguró que se protegerá la seguridad de los colaboradores.
No es nuevo
Es curioso cómo la ley del silencio impera en esta comunidad. Y es que la calle Progreso no es muy tranquila, según lo dicta la historia.
Según doña Rosín Amézquita, de 71 años y quien lleva viviendo en esta calle por los últimos 30, hace varios años le mataron a un vecino y recibió 150 tiros.


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